La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica que se realiza con la ayuda de un laparoscopio, un instrumento que consiste en un tubo delgado y flexible con una cámara y una fuente de luz en el extremo que se introduce en el cuerpo a través de pequeñas incisiones.
Esta técnica se utiliza para realizar una amplia variedad de procedimientos quirúrgicos, incluyendo la extirpación de tumores, la eliminación de la vesícula biliar, la reparación de hernias y la realización de operaciones ginecológicas.
La cirugía laparoscópica tiene varias ventajas sobre la cirugía tradicional, ya que suele implicar menos dolor y un tiempo de recuperación más corto para el paciente. Además, como las incisiones son pequeñas, la cicatrización también es menor y hay menos riesgo de infección o complicaciones postoperatorias.
